Cualquier negocio o empresa ubicado en El Salvador o en cualquier parte del mundo puede ser víctima de un robo o hurto, pero esta clase de delitos se vuelven más complejos de abordar si han sido cometidos por una persona interna, un trabajador. En estos casos, las consecuencias legales son de tipo penales y laborales, y es importante conocer qué medidas deben tomarse para proteger los intereses del negocio o empresa, sin vulnerar los derechos del trabajador.
En primer lugar, conviene diferenciar entre hurto y robo. En ambos casos, la persona se apodera de objetos o dinero (cosas muebles) ajenos, con el propósito de obtener un beneficio; pero mientras el robo se caracteriza por el empleo de violencia de una persona hacia otra (amenazándola con un arma de fuego, por ejemplo), en el hurto la persona emplea métodos que le permitan pasar inadvertida. No obstante, en la legislación salvadoreña el hurto puede incluir violencia sobre los objetos, como romper una ventana para ingresar a un lugar, e incluso arrebatar la cosa mueble del cuerpo de otra persona. En el ámbito laboral, el delito de hurto ocurre con mayor frecuencia que el robo, ya que la persona no desea exponerse y perder su empleo.
Ahora bien, como ante cualquier delito, es necesario interponer una denuncia a la policía para que inicie la investigación y determine si el responsable es un trabajador u otra persona; pero lo significativo de este primer paso es que según el Código de Trabajo salvadoreño, si un trabajador resulta responsable y va a detención provisional o cumple pena de prisión por un delito cometido contra bienes del patrono, habilita al mismo para que lo despida sin responsabilidad, es decir, sin la obligación de indemnizarlo. Por lo anterior, es fundamental solicitar la asesoría de sus abogados desde el principio, ya que son quienes mejor pueden orientarle sobre qué cosas hacer (como formas de colaborar con la investigación) o no hacer (como abstenerse de actos que podrían violar derechos de los trabajadores), para que el caso sea investigado y resuelto satisfactoriamente.
Pero ¿qué sucede si el empleador no desea denunciar al trabajador? Ya que la vía penal y la vía laboral operan de forma independiente entre sí, el empleador puede despedir al trabajador que ya no es de su confianza; la diferencia estará en si debe pagarle al trabajador una indemnización o no, lo cual dependerá del caso específico y de la prueba que se tenga. En todo caso, el patrono debe respaldar la terminación del contrato, ya que el trabajador que se considere despedido injustificadamente, puede hacer uso de su derecho y acudir al Ministerio de Trabajo y Previsión Social a denunciar dicha circunstancia, y de no llegar a un arreglo entre las partes, podría iniciarse un proceso judicial en el cual se tendría que probar si en verdad el despido fue sin responsabilidad patronal.
En conclusión, cada caso es distinto, pues además del hurto o robo pueden cometerse otra clase de delitos como la estafa o la administración fraudulenta, en los que siempre es aconsejable una investigación; y por otro lado, en algunas ocasiones no se tendrá certeza del cometimiento de un delito, pero habrá una pérdida de la confianza que también tiene consecuencias laborales, por lo que siempre es esencial contar con un equipo de abogados altamente calificados a su servicio, como en LatinAlliance, en donde podemos brindarle la asesoría legal que usted necesita.