Por: Gelmis López

El corazón es el músculo encargado de bombear la sangre oxigenada y nutrientes a todos los órganos del cuerpo para que este pueda mantenerse funcionando correctamente.

Sin el corazón, ningún otro órgano funcionaría, por eso es fundamental cuidarlo en todas las etapas de la vida. El corazón es el motor de la vida y, tan dependiente de cómo elegimos vivir, cada decisión que tomemos respecto a nuestra salud, cada actitud nueva y saludable que adoptemos en su beneficio, se traducirán en un “motor” más duradero, más en forma y con mayor capacidad para responder a las necesidades de la vida diaria.

El Día Mundial del Corazón se celebra el 29 de septiembre, y se hace desde que en el año 2000 la Federación Mundial del Corazón, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) designara este día, con el objetivo de concienciar sobre las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento.

La enfermedad cardiovascular (ECV) es la principal causa de muerte en el mundo. Y puede estar originada por múltiples factores: desde el tabaquismo a la diabetes pasando por la presión arterial alta y la obesidad, ataque cardiaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardiaca, la contaminación del aire o patologías menos comunes, como la enfermedad de Chagas o la amiloidosis cardiaca. La mayoría de estas muertes ocurren en países de medios y bajos ingresos.

El 80% de las muertes prematuras por ECV se pueden prevenir haciendo pequeños cambios en nuestro estilo de vida:

  • Alimentación saludable
  • Ejercicio físico
  • Limitar el consumo de sustancias perjudiciales como la sal, el tabaco o el alcohol
  • Control del estrés
  • Controlar el colesterol
  • Control de peso

Si haces pequeños cambios en tu vida, tendrás una vida más larga, saludable y plena. Trata de preguntarte a ti mismo y a las personas a tu alrededor: “¿Qué puedo hacer desde este preciso momento para cuidar MI CORAZÓN y TU CORAZÓN?”