Por: Audelí Angulo

Prevenir Enfermedades Cardiovasculares con hábitos saludables Las enfermedades cardiovasculares siguen teniendo un impacto devastador en la población mundial, matando alrededor de 17.5 millones de personas al año; por lo tanto, se trata de una de las enfermedades silenciosas y crónicas que más mata.

«Escucha a tu corazón». Es una frase que escuchamos a menudo, ya sea en canciones o películas románticas, o en algún consejo de nuestros amigos o familiares. Independientemente de donde haya escuchado esta frase, está implícita la idea de que nuestro corazón es el elemento central de nuestra existencia y así se le ha reconocido a lo largo de toda la historia. El corazón es el motor de nuestra existencia como seres vivientes.

El marco del Día Mundial del Corazón es ideal para concienciar para la importancia de escuchar a nuestro corazón, y recordar que debemos cuidarlo cada día. Entender lo que nuestro cuerpo quiere decirnos es esencial para hacer cambios muy sencillos, que podrían disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y ayudarnos a llevar un estilo de vida más sano.

El objetivo de conmemorar el día mundial del corazón es bajar substancialmente el número de muertes por enfermedades cardiovasculares, que en muchos de los casos podrían ser evitadas si lleváramos una dieta alimenticia más sana, realizáramos ejercicio físico u omitiéramos el consumo del tabaco.

Desde campañas en Facebook a eventos locales, tenemos una excelente oportunidad para compartir el poder que está en nuestras manos, el de cuidar nuestros corazones. Además de ser una conversación global, el Día Mundial del Corazón es la promoción de un conjunto de pequeños pasos y cambios que pueden realizarse para que tengamos un futuro más promisorio y sano, por nosotros y nuestros seres queridos.

La salud de nuestro de corazón es algo que puede medirse. El primer paso es mantenernos alerta a los riesgos y monitorear la salud de nuestro corazón, estos dos factores, son la mitad del camino hacia la prevención de males mayores. La Federación Mundial del Corazón recomienda un rastreo regular del nivel de glucosa en la sangre, la presión arterial, el nivel de colesterol, peso y el índice de masa corporal (IMC). Estar al tanto de estos números es tener indicadores fiables del riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular y, sobre todo, es tener el poder de actuar a tiempo, mejorando los hábitos de salud. Consultar nuestro médico de cabecera con periodicidad frecuente

Comer sano y la actividad física es un factor importante para mejorar la salud de nuestro corazón:

  • Intentar no comer tanta comida procesada o envasada, que a menudo contienen demasiado azúcar y grasas.
  • Reducir el consumo de bebidas con azúcar, como las gaseosas y preferir siempre agua o zumos sin adición de azúcar.
  • Sustituir los dulces por pequeños aperitivos de fruta fresca, como una alternativa más saludable.
  • Mantener el consumo de alcohol bajo los límites recomendados.
  • Preparar nuestros alimentos para consumirlo en la escuela o trabajo, así siempre sabrás lo que comes y controlas mejor tu dieta.
  • Realizar al menos 30 minutos de ejercicio moderado, 5 veces a la semana.
  • Caminar, realizar tareas domésticas, bailar. Todas estas actividades cuentan como ejercicio.
  • En nuestro día a día, podemos realizar pequeños cambios que al final, podrán hacer toda la diferencia. Por ejemplo, utilizar las escaleras, caminar o ir de bicicleta al trabajo en vez de conducir.
  • Animar a la familia o amigos a realizar ejercicio, ¡tendrá más motivación y se divertirá más!

Sin embargo, no olvide que antes de empezar cualquier plan de actividad física deberá siempre consultar su médico.