Por: Emely Zepeda

En los últimos años, un número creciente de estudios científicos han respaldado una hipótesis alarmante: la enfermedad de Alzheimer no es sólo una enfermedad, es una infección.

Una investigación publicada en la revista Science Advances en 2019 informó el descubrimiento de Porphyromonas gingivalis, el patógeno detrás de la periodontitis crónica (también conocida como enfermedad de las encías), en los cerebros de pacientes fallecidos con Alzheimer.

De manera general, P. gingivalis se encuentra principalmente durante infecciones gingivales y periodontales; sin embargo, también se puede encontrar en niveles bajos en el 25 % de individuos sanos sin enfermedad oral. La bacteriemia transitoria de P. gingivalis puede ocurrir durante actividades comunes como cepillarse los dientes, usar hilo dental y masticar, así como durante procedimientos dentales, lo que resulta en un desplazamiento de esta bacteria a una variedad de tejidos.

Se llevaron a cabo experimentos con ratones, en los que provocaron infecciones orales con el patógeno, que condujeron a que las bacterias llegaran al cerebro y que éste produjera el péptido beta amiloide (Aβ), la proteína asociada con el Alzheimer.

Por otro lado, los investigadores identificaron enzimas tóxicas llamadas gingipaínas en el cerebro de pacientes con Alzheimer, pero lo alarmante es que también encontraron esas gingipaínas en cerebros de personas fallecidas que no fueron diagnosticadas con Alzheimer.

El hecho de que niveles bajos de gingipaínas fueran evidentes incluso en personas a las que nunca se les había diagnosticado Alzheimer podría ser una prueba irrefutable, sugiriendo que podrían haber desarrollado la enfermedad si hubieran vivido más tiempo.

Esto es importante porque, si bien P. gingivalis y la enfermedad ya se habían relacionado anteriormente, nunca se ha sabido, en términos simples, si la enfermedad de las encías causa Alzheimer o si la demencia conduce a un cuidado bucal deficiente.

Sin embargo, un estudio más reciente, publicado en la revista Brain and Behavior en 2024, utilizó el método de aleatorización mendeliana para analizar la relación causal entre la periodontitis y el Alzheimer. Este estudio no encontró evidencia de una relación causal genética directa entre ambas condiciones.

Estos resultados sugieren que, aunque existe una asociación entre las infecciones de las encías y el Alzheimer, la naturaleza y dirección de esta relación aún no están completamente comprendidas. Se requieren más investigaciones para determinar si las infecciones bucales contribuyen al desarrollo del Alzheimer o si, por el contrario, el Alzheimer afecta la salud bucal.

Los científicos creen que aún no han descubierto el origen de esta enfermedad degenerativa, pero están convencidos de que esta línea de investigación es importante. Mientras tanto, mantener una buena higiene dental sigue siendo una recomendación importante para la salud general.

Fuente:
Stephen S. Dominy y otros, Porphyromonas gingivalis en cerebros con enfermedad de Alzheimer: Evidencia de la causalidad de la enfermedad y tratamiento con inhibidores de moléculas pequeñas. Sci. Adv. 5, eaau3333 (2019). Disponible en: 10.1126/sciadv.aau3333