Por: Fabiola Torres

“SAFE” significa Simple Agreement for Future Equity en español “Acuerdo Simple para Inversión Futura”. Es un documento legal que se utiliza para recaudar fondos de inversores en un startup. Un SAFE es un tipo de contrato de inversión que otorga a los inversores el derecho a adquirir acciones en el startup en una fecha posterior, generalmente, cuando la empresa levanta una ronda de financiamiento posterior o alcanza un hito específico. Los SAFE suelen utilizarse en la recaudación de fondos en etapas tempranas, ya que son más simples y menos costosos de crear y administrar otros instrumentos.

Bajo la legislación norteamericana, donde proviene esta clase de contratos, contiene diversa terminología legal y financiera, pero en resumen se explica brevemente para que sirve un SAFE:

  1. Un SAFE es un acuerdo de inversión que permite a los inversores comprometerse a invertir en una compañía en una ronda futura de inversión.
  2. Los SAFE no tienen interés ni plazos de vencimiento, y no dan derecho a voto.
  3. En cambio, los inversores obtienen acciones preferenciales en una ronda futura de inversión, como una ronda de inversión en serie A o B.
  4. Los SAFE son más flexibles y menos costosos de emitir y administrar que los bonos convertibles tradicionales.
  • Algunos SAFE también incluyen una cláusula “discount” que establece un descuento en el precio por acción en el momento de la conversión.
  • Los SAFE se utilizan para dar a los inversores un incentivo para invertir en una etapa temprana de una compañía, ya que le da acceso a un precio más bajo en una ronda futura de inversión

Los elementos importantes que debemos tomar en cuenta en esta clase de documentos son, entre otros:

  • La valuación de la empresa: el SAFE se basa en una valuación futura de la empresa, y el inversionista debe de conocer y analizar la valuación propuesta por el startup cuando se planee la ronda de inversión futura.
  • La dilución: Se debe tener en cuenta cómo se verá afectado por la dilución en el futuro, es decir, cómo su porcentaje de propiedad en la empresa se verá reducido con nuevas rondas de inversión.
  • El momento de conversión: el SAFE deberá especificar cuándo ocurrirá la conversión, ya sea cuando se alcance un hito específico o en una ronda futura de financiamiento.
  • El derecho a adquirir acciones: el SAFE otorga al inversor el derecho a adquirir acciones en la empresa en una fecha futura, pero no garantiza que el inversor adquirirá acciones.
  • La liquidación preferencial: el SAFE puede especificar cómo se distribuirán los activos en caso de liquidación, y se debe mencionar el proceso de liquidación propuesto.

Una inversión en un startup no es una inversión para un perfil conservador, porque si bien es una empresa con gran potencial y proyecciones, muchas de ellas queman dinero aceleradamente, y no siempre encuentran los inversores necesarios, o su modelo de negocio no tiene las suficientes ventajas competitivas sostenibles en el tiempo, sino que son ventajas temporales que cualquier otro competidor puede replicar.

Así vemos nuevos negocios basados en la tecnología o inteligencia artificial, pero que al entrar al mercado rápidamente pueden ser identificados como imitables, a cuyo efecto podrán verse nuevos competidores en tiempos corto. De ahí la importancia que el startup contenga características novedosas, ventajas competitivas que le permita en el tiempo levantar el capital suficiente y desarrollarse antes de que estén en el mercado nuevos competidores.

En resumen, los SAFE son instrumentos financieros generalmente utilizados por los inversionistas que deciden participar en una Startup. Están estructurados de tal manera para levantar capital y asumir riesgos. Dada su complejidad y especialización se recomienda a los inversionistas o emprendedores hacerse asistir por abogados expertos para la estructuración de tales instrumentos.